SAN SEBASTIÁN EN HUELVA Y SU PROVINCIA.

A PROPÓSITO DE LA PIEZA DEL MES DEL MUSEO

 

Charla en el Museo Provincial de Huelva. La pieza del mes

2 de febrero 2022

 

            La imagen de San Sebastián, atribuida a Gaspar del Águila y fechable hacia 1578, ha pasado a formar parte de los fondos propios del Museo Provincial de Huelva. Fue adquirida por CEPSA, depositada en dicho Museo, y restaurada por Enrique Balbontín y Noelia Melara en 2014. En esta charla me propongo situar esta pieza en el contexto histórico y devocional de Huelva y su provincia. Detrás de una devoción hay una historia religiosa y humana, de sufrimientos y zozobra, ante epidemias, hambres, climatología adversa, que, a su vez, da lugar a la respuesta en obras de arte, ermitas, esculturas, orfebrería, etc.

1. San Sebastián, soldado y mártir († ca. 304)

            En la segunda mitad del siglo III, después de la persecución de Valeriano, el cristianismo gozó de un largo período de paz, lo que facilitó su expansión sobre todo en el Asia Menor. Se cumplía el dicho de Tertuliano, un siglo antes: “Somos de ayer y lo llenamos todo: vuestras ciudades, islas, fuertes, pueblos, concejos, así como los campos, tribus, decurias, el palacio, el senado, el foro, solamente os hemos dejado vuestros templos” Nota a pie . Había cristianos entre los funcionarios públicos, entre los cargos palatinos y en la milicia.

            Pero a comienzos del siglo III, instigado por el césar Galerio, el emperador Diocleciano dictó en los años 303 y 304 una serie de edictos de persecución generalizada contra los cristianos, comenzado por las tropas. Entre estos militares se cuenta a Sebastián. Hijo de padre militar y noble, era oriundo de Narbona, pero creció y fue educado en Milán. De muy joven emprendió la carrera militar y llegó a capitán de la primera cohorte de la guardia pretoriana, la guardia personal del emperador, cargo que sólo se daba a personas ilustres. Era respetado por todos y apreciado por el emperador. Sebastián cumplía con disciplina, pero no tomaba parte en los sacrificios a los dioses ni en otros actos que fueran de idolatría. No exteriorizaba su fe íntima; aunque se valía de su posición privilegiada para convertir al cristianismo a sus compañeros de milicia y en ayudar ocultamente a los cristianos. Visitaba a los encarcelados por causa de Cristo, alentaba a los débiles y abatidos, daba ánimo a los que padecían tormento.

            La Passio Sancti Sebastiani, la fuente más antigua del martirio del santo, atribuida a San Ambrosio Nota a pie , cuenta que Sebastián fue denunciado ante Diocleciano, quien le reprochó su conducta, acusándole de deslealtad. Sebastián declaró su fidelidad al emperador, pero no podía renunciar a su fe. El emperador le condenó, sin más dilación, a morir asaeteado. Los sagitarios lo ataron a un poste y lanzaron sobre él tal cantidad de flechas, que parecía un erizo, y lo dejaron por muerto. Se cuenta que los cristianos lo encontraron aún vivo, y una matrona, llamada Irene, lo curó. Pero Sebastián, una vez restablecido, en vez de ocultarse, volvió a dar la cara ante el emperador, denunciando la injusticia cometida con él. Nuevamente fue condenado a ser azotado hasta morir, como así ocurrió, el año 304. Los soldados echaron su cuerpo en un muladar. Los cristianos lo recogieron y enterraron en un cementerio subterráneo de la vía Apia, conocido hoy como las Catacumbas de San Sebastián.

            El culto a San Sebastián como protector contra la peste arranca del año 680, cuando la ciudad de Roma se encontrada infectada de esta epidemia. Entonces erigieron un altar con la imagen del Santo en la basílica de San Pedro in Víncoli. La gente fue a invocarle y, según rezan las crónicas, la peste cesó al punto. El hecho se divulgó rápidamente y desde entonces es invocado en todas partes.

            A partir de la segunda mitad del siglo XV, su culto se asocia al de San Roque, ambos como defensores contra las epidemias. En muchos pueblos de nuestra provincia se situaba una ermita a San Sebastián y otra a San Roque en las principales entradas a la población, en función apotropaica, como es el caso de Huelva. La de San Sebastián, a la entrada desde Sevilla, y la de San Roque, desde Portugal. Ambos llegaron a ser patronos de ciudades y pueblos, como Huelva, oficiosamente desde 1613, patronazgo ratificado por acuerdo del Cabildo municipal de 28 de abril de 1738.

2. La devoción a San Sebastián en Huelva y su provincia.

            Al menos en 30 poblaciones onubenses, San Sebastián es venerado, si no como patrono o copatrono, al menos como defensor de los habitantes contra las epidemias. En 15 lugares dispone aún de una iglesia o ermita, dando nombre a su calle. En el siglo XIX, el cementerio local se edificó junto a la ermita de San Sebastián, por hallarse extramuros. En 5, es titular de su parroquia. En 10, tiene su Hermandad, en 4 de ellas como titular único, por ser patrono del pueblo. Su día, el 20 de enero, se asocia a la fiesta popular, con danzas rituales en 4 casos, o con comida en la dehesa.

Población

ermita

calle

parroquia

hermandad

patrono

fiesta

Aljaraque

 

 

 

x

x

x

El Almendro

 

 

 

 

x

danzas

Almonte

x

 

 

 

 

 

Ayamonte

x

x

 

 

 

 

Beas

x

x

 

 

 

 

Bollullos

 

x

 

 

 

campo

Bonares

x

x

 

 

 

 

Cabezas Rubias

 

 

 

x

x

danzas

Calañas

x

 

 

 

 

 

Cañaveral de León

 

 

 

 

 

x

Cartaya

 

 

 

x

 

 

El Cerro

 

x

 

 

 

 

Cortegana

x

x

x

 

 

 

Encinasola

x

 

x

 

 

 

Higuera de la Sierra

 

 

x

 

x

 

Hinojos

x

 

 

 

 

 

Huelva

 

x

x

x

x

x

Manzanilla

x

x

 

x

 

 

Moguer

x

 

 

x

 

 

La Palma

x

x

 

x

 

 

Paymogo

x

 

 

 

 

 

Punta Umbría

 

 

 

x

 

 

La Redondela

 

x

 

 

 

 

Rociana

x

 

 

 

 

 

San Bartolomé

 

 

 

x

x

danzas

San Juan del Puerto

x

 

 

 

 

 

Sanlúcar de Guadiana

x

 

 

 

 

 

Santa Bárbara

 

 

 

x

x

 

Valverde

x

 

 

 

 

 

Villablanca

 

 

x

 

 

 

Villanueva de las Cruces

x

 

 

x

x

danzas

Villanueva de los Castillejos

x

 

 

 

 

 

Villarrasa

 

x

 

 

 

 

Zalamea

x

 

 

x

 

 

Zufre

x

 

 

 

 

 

 

3. Iconografía renacentista de San Sebastián en la provincia de Huelva.

            El auge de la devoción a San Sebastián se produce principalmente a lo largo del siglo XVI, época de la que perduran algunas imágenes. Las restantes han sido, en su mayoría, repuestas después de 1936, algunas de serie, otras de autores conocidos, como Sebastián Santos o León Ortega.

            De principios del siglo XVI podemos considerar las imágenes de Aroche e Hinojales. La de Cumbres Mayores podría situarse en el círculo de Jorge Fernández Alemán, en el ámbito del retablo mayor de la catedral de Sevilla. De mediados del siglo XVI podemos considerar la escultura de Paymogo, muy fuerte y expresiva En el último tercio de siglo anotamos la del Museo de Huelva, que comentamos, y las de Chucena, Villarrasa, Trigueros e Hinojos, con una anatomía atlética, de expresión serena. Algo más avanzadas en el tiempo tendríamos las de La Palma y El Granado. A mediados del siglo XVII cabría situar la de San Pedro de Huelva, muy blanda y aniñada.

4. Las imágenes de San Sebastián en Huelva

            La devoción a San Sebastián está datada en Huelva al menos desde 1508, cuya imagen disponía de un altar en la parroquia de San Pedro. Poco después, las conocidas Bulas de León X, de 1516 y 1521 nos hablan de su ermita propia, por lo que deducimos que existían simultáneamente dos imágenes del santo. En 1655 consta que San Sebastián y San Roque, como patronos, tenían su hermandad. Cuando, a principios del siglo XIX, se obligó a situar los cementerios fuera de las poblaciones, en Huelva, y en otros pueblos, como Moguer, San Juan del Puerto, Villanueva de las Cruces y Ayamonte, el camposanto se levantó junto a la ermita de San Sebastián. Existían, por tanto, imágenes del Santo, tanto en el cementerio como en la Parroquia Mayor de San Pedro.

4.1. La imagen o las imágenes de San Sebastián en la Parroquia de San Pedro

            Como copatrono de la ciudad de Huelva, es lógico que San Sebastián fuera venerado en la Parroquia Mayor. Según el inventario de la Parroquia de San Pedro de 1878, había tres imágenes de San Sebastián: una estaba situada en el centro del segundo cuerpo del retablo mayor, y otra más pequeña con San Roque en el cuerpo superior; había, además, otras dos de San Sebastián y San Roque en el altar de Ntra. Sra. de los Reyes Nota a pie . En 1921, en dicho altar no aparece San Sebastián, sino San Juan Nepomuceno y San Roque Nota a pie .

            En la fotografía de Amador de los Ríos de 1909, sigue el San Sebastián el mismo sitio del retablo mayor. En los inventarios de 1919 y 1921, y en la fotografía del Portfolio fotográfico de España, se mantiene la misma situación. Todo fue destruido el 21 de julio de 1936.

4.2. Las imágenes de San Sebastián de su ermita

            A falta de documentación, podemos intentar establecer una hipótesis sobre las sucesivas imágenes que han sido veneradas en su ermita.

            1ª. -San Sebastián tenía ermita propia en 1516. Por lo que debió tener una primera imagen titular, de estilo gótico tardío.

            2ª.- Posiblemente labraran una nueva hacia 1578, que sería la que se atribuye a Gaspar del Águila, hoy en el Museo.

            3ª.- En 1655 San Sebastián y San Roque, como patronos, tenían su hermandad. Posiblemente la segunda imagen fue sustituida por la actual (la de San Pedro). En 1659 Sebastián Peña donó una diadema y doce saetas de plata, que hoy se conservan.

            4ª.- En 1918, una imagen de Olot, con barbas. Sustituida por la anterior, que hasta 1940 procesionaba en Huelva en su fiesta.

            5ª.- En 1940, hizo una nueva imagen Pérez Comendador. La tercera pasó a la Parroquia Mayor de San Pedro

            La imagen de San Sebastián, que perduró en el cementerio hasta 1940, y que hoy se encuentra en la parroquia de San Pedro, podría ser de mediados del siglo XVII, sustituyendo -no sabemos por qué motivo- a la tallada setenta años antes. A pesar de ciertas imprecisiones formales en los brazos, la anatomía parece correcta, y el rostro, melancólico, denota facciones y perfil de corte clásico; el paño blanco, de poco volumen, anudado en la cadera derecha y ceñido a los muslos, recuerda modelos manieristas. Desde 1655 se veía enriquecida con una diadema y doce saetas de plata, donadas por Sebastián Peña, que hoy se conservan Nota a pie .

            Siempre destacó por su blandura y por su carácter infantil y su rostro aniñado. Tanto es así que en 1918 el arcipreste y párroco de San Pedro, don Miguel Muñoz Espinosa, adquirió otra imagen, de serie de Olot, con barbas, que no agradó al pueblo y se retiró del culto, por lo que la anterior imagen volvió a ocupar su lugar, presidiendo el retablito dieciochesco de la capilla del cementerio. La imagen de la ermita con sus preseas procesionaba a principios del siglo XX, como se comprueba por fotografías, que la identifican indudablemente.

            En 1940, el Ayuntamiento encargó una nueva imagen al académico Enrique Pérez Comendador, que ocupó su retablo, por lo que el antiguo titular pasó al retablo mayor de San Pedro, en el que ya aparece en el Inventario de 1957 Nota a pie .

5. La imagen de San Sebastián, del Museo Provincial de Huelva

            Se trataría de la segunda imagen venerada en su ermita, desde 1578, atribuida a Gaspar del Águila.

5.1. Hallazgo y reconstrucción

            Eduardo Sugrañes Gómez Nota a pie nos dio a conocer en 1996 la noticia de una imagen de San Sebastián, que apareció fragmentada en un nicho del antiguo cementerio, que estaba clausurado desde 1928, y vaciado ya de restos. Cuenta Enrique Martín, antiguo Conservador del Museo Provincial, que “Un operario municipal, al pasar por una de las calles de nichos, observó que debajo de un montículo había un trozo de lápida de mármol. La quitó y vio una caja muy poco consistente, tiró de ella y aparecieron los trozos de la escultura desensamblada” Nota a pie .

            Un dibujo de Juan Carlos Castro Crespo, que publica Sugrañes, certifica el hallazgo y la disposición de los fragmentos:

“SAN SEBASTIÁN.- El tronco del árbol en el exterior de la caja.- Madera de cedro. Tierra.- Sólo 2 flechas.- Se apreció la falta de falanges en alguna mano.- Aspecto que ofrecía el hallazgo del Santo, en un cajón descubierto en el interior de una fosa. 1958”.

            Juan Castro, entonces alto funcionario del Ayuntamiento, se hizo cargo de las piezas. Sigue informando Enrique Martín, que en los años 60, el carpintero municipal Alfonso Yáñez completó algún trozo que le faltaba a la pieza, mientras que el imaginero Enrique Pérez Saavedra, del taller de León Ortega, acometió la repolicromía con sulfato de cal blanca y después realizó una policromía al óleo que ocultó el original. Sugrañes ofrece la fotografía de la imagen reconstruida, y de la ocasión en que ha sido vista públicamente, en 1962, en el altar montado en la casa de José Vilches Nota a pie .

            La pieza fue adquirida por CEPSA y depositada en el Museo Provincial, que gestionó su restauración por parte del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, en enero de 2013, que fue llevada a cabo por Enrique Balbontín y Noelia Melara en 2014, y costeada con fondos de CEPSA.

5.2. Origen y procedencia de la imagen.

            En cuanto al origen y procedencia de la imagen, a falta de apoyo documental, sigue siendo una incógnita. La hipótesis planteada no deja de ser muy arriesgada. ¿Podría tratarse del que se encontraba en la calle central del retablo mayor de San Pedro? No es probable. Las fotografías no permiten identificarlo con la escultura que se hallaba en la calle lateral, lado del evangelio, pues es distinta la posición de los brazos. En los destrozos y profanaciones ocurridos el 21 de julio de 1936, “las calles colindantes se encontraban por aquellos días repletas de despojos y restos del pillaje sacrílego” Nota a pie . Si procediera de San Pedro, es posible que un alma piadosa recogiera los fragmentos y los depositara en un nicho del antiguo cementerio, donde aparecería en 1958. Sin embargo, en los fragmentos encontrados no se aprecian signos de violencia, por lo que hay que descartar esta opción.

            ¿Se trataría de una imagen anterior a la que estaba en la capilla del Cementerio y hoy en San Pedro? No hay documentación que nos lo aclare. Cabría la posibilidad si consideráramos la actual de San Pedro como obra de hacia 1650, anterior la fecha del retablito de la capilla del cementerio, que es de hacia 1730. Así se conjugaría con la donación de la diadema y de las flechas, de 1655. De hecho, la de 1578 sustituye a la anterior, de hacia 1500, y a su vez sería sustituida al cabo de otros setenta años por la actual. Su ocultación puede deberse a la antigua norma eclesiástica de que, al retirar una imagen del culto, se lleve a la cripta de enterramientos, en este caso, a un nicho del cementerio, en el lugar donde se veneraba.

            Por tanto, la hipótesis más probable es que proceda, no de San Pedro sino de su ermita, luego convertida en capilla del cementerio municipal.

5.3. Proceso de restauración

            El informe de la restauración, firmado por Enrique Balbontín, en abril de 2014 Nota a pie , indica que la escultura mide 107 x 25 x 27 cm., realizada en madera de cedro, compuesta por varias piezas pegadas entre sí, con algunas pérdidas de soporte. Anota que ha sufrido una intervención completa, que, como hemos dicho, fue llevada a cabo por Alfonso Yañes y Enrique Pérez Saavedra. Afirma que “la escultura fue encontrada despiezada y supuestamente sin policromía original; fue recompuesta, pegada con cola y clavos; las pérdidas de soporte fueron reintegradas por madera de otra naturaleza, en este caso pino, localizadas en el antebrazo y mano derecha, en el hombro y mano izquierdo, en la nariz y en un mechón de pelo y se pegaron algunas de ellas erróneamente, la pieza del hombro, lo que provoca una incorrecta disposición del brazo y la construcción de una rama de árbol que no corresponde con el original. Las uniones de las piezas fueron reforzadas por telas encoladas; se le aplicó una gruesa preparación y, finalmente, se repolicromó” Nota a pie .

            La intervención de Balbontín consistió en la eliminación y elaboración de elementos añadidos, como estucos, telas encoladas, y piezas de madera, como la nariz, el hombro izquierdo rectificando la posición del brazo, y la rama. Se eliminó el dorado del lienzo, la policromía y su base de preparación, para devolverle su primitivo estado, sin policromar.

5.4. Análisis estilístico y atribución

            El santo mártir exhibe la atlética complexión de un luchador, como corresponde a su profesión militar. La figura describe una línea sinuosa en su composición, adelantando la pierna derecha, que se contrapone al brazo izquierdo elevado hasta la cabeza. El rostro, sereno en medio del dolor, denota la entrega voluntaria al martirio. Cubre sus caderas con un lienzo, cruzando sus pliegues. Sendos orificios señalan la ubicación de las flechas.

            Se ha atribuido a Gaspar del Águila, hacia 1578, quizás por un cierto parecido con el San Sebastián de Marchena. Gaspar del Águila, escultor castellano, oriundo de Ávila, se desplaza a Sevilla en 1560 con Miguel Adán, Juan de Oviedo el Viejo y Gerónimo Hernández, formando parte del taller de Juan Bautista Vázquez el Viejo. Por su formación escultórica con su padre Juan del Águila, es elegido en 1573 “veedor del oficio de escultores y entalladores” Nota a pie . Resulta difícil adjudicarle una atribución, por el parecido tratamiento anatómico y expresivo de los maestros de aquella generación de escultores manieristas en torno a Bautista Vázquez el Viejo Nota a pie .

 

Manuel Jesús Carrasco Terriza

 

BIBLIOGRAFÍA

Eduardo J. SUGRAÑES GÓMEZ, San Sebastián. Barrio y devoción de Huelva, Huelva, 1996, pp. 39-41.

Eduardo SUGRAÑES GÓMEZ, “Un abrigo para San Sebastián”, en Huelva Información, 24-1-2015, p. 14.
https://www.huelvainformacion.es/huelva/ abrigo-San-Sebastian_0_883412076.html

Manuel Jesús CARRASCO TERRIZA, La iglesia mayor de San Pedro de Huelva. Historia de su fábrica, Huelva, Diputación, 2007, pp. 70-71, 303-307.

Elena LLOMPART, “San Sebastián recuperado”, en Huelva Información, 09 Abril, 2014: https://www.huelvainformacion.es/ocio/San-Sebastian-recuperado_0_796420536.html

Enrique BALBONTÍN,
https://docplayer.es/209156180-Memoria-final-de-intervencion-san-sebastian-gaspar-del-aguila-s-xvi-museo-de-huelva.html