2014 (137) Prólogo a Enrique R. Arroyo Berrones, La Parroquia de El Salvador de Ayamonte: Su Archivo, Huelva, Diputación Provincial, Servicio de Publicaciones, 2014, p. 9. ISBN 978-84-8163-530-0

 

            No se hace historia por mero ejercicio mental, como el que hace un sudoku. Detrás del historiador hay un interés, una complicidad, un amor. El amor –no el placer– es el motor del mundo, que dijo Lorenzo Valla, cristianizando a Epicuro. El amor a su tierra, a su ciudad natal, es lo que mueve a Enrique Arroyo a dedicar su tiempo a educar a la infancia y a la juventud, a promover actividades culturales, y a investigar en las fuentes de la memoria, para transmitir con entusiasmo el conocimiento del pasado de Ayamonte, un pasado que es presente.

            Después de haber ordenado y catalogado el Archivo Parroquial de Nuestra Señora de las Angustias, emprendió la laboriosa tarea de ordenar y catalogar el Archivo Parroquial de Nuestro Señor y Salvador. Una tarea más laboriosa, en cuanto debió comenzar por airear, secar, limpiar y desempolvar los libros, los expedientes, los legajos, y, tal como suena, los papeles. Pero de poco hubiera servido si el acerbo documental del Salvador se hubiera quedado en el mismo lugar, inaccesible al investigador. Tal trabajo ha sido completado con el traslado a las instalaciones del Archivo Parroquial de las Angustias, manteniendo, como no podía ser menos, la independencia archivística de cada uno, con su propio cuadro de clasificación. Hoy facilita esta decisión de reunir ambos archivos por el hecho de que los sacerdotes de Ayamonte, de la Congregación de la Misión, tienen el nombramiento de párrocos in solidum, o solidarios, con un párroco moderador (CIC, cn. 520 § 1).

            Enrique Arroyo en este libro ha ampliado el capítulo dedicado a la historia y al patrimonio de la Parroquia del Salvador. Para mí ha sido muy gratificante. No en vano me siento especialmente vinculado a esta parroquia y a su patrimonio, al haber sido su ya famoso Retablo del Salvador, que atribuí a Jan Sanders van Hemessen, el objeto, primero, de mi tesis de licenciatura en Historia del Arte, en 1974, y luego el tema de mi discurso en ingreso en la Academia de Ciencias Artes y Letras de Huelva, en 2001, que tuve el placer de exponer en la Casa Grande, donde actualmente se encuentran depositadas las tablas del eximio pintor flamenco.

            Felicitamos a Enrique Arroyo por su encomiable y acertado trabajo de ordenación y clasificación, que facilitará el trabajo de los investigadores, y que, sin duda, repercutirá en un mejor conocimiento de la historia, pasada pero siempre presente, de la ciudad de Ayamonte.